REGRESO

    Solucionados los problemas que podr�an haber causado una verdadera tragedia, la N.A.S.A. volv�a a la carga el 31 de enero de 1971. Alan Shepard, el primer astronauta americano, y sus compa�eros Stuart Roosa y Edgar Mitchell, despegaban ese d�a desde Florida, a bordo de su nave Apolo-14.

El escudo de la misi�n Apolo-14 (Foto: NASA)Los astronautas Roosa, Shepard y Mitchell (Foto: NASA)

El tanque de ox�geno del m�dulo lunar fue modificado (Foto: NASA)En el simulador (Foto: NASA)

Durante la fase de entrenamiento en tierra (Foto: NASA)Pr�cticas de ingravidez en un vuelo parab�lico (Foto: NASA)

    La combinaci�n m�dulo de mando/m�dulo de servicio (CSM-110) hab�a sido bautizada como Kitty Hawk, mientras que el m�dulo lunar (LM-8) recibi� el nombre de Antares.

    El despegue a bordo del Saturn SA-509 se llev� a cabo como estaba previsto. Los problemas se iniciar�an cuando el Apolo-14 intent� sacar al Antares de la zona de carga de la etapa S-IVB. Sin saber muy bien por qu�, la tripulaci�n no consigui� acoplarse a �l en cinco intentos, logr�ndolo por fin a la sexta ocasi�n.

El Saturn SA-509 emerge del V.A.B. (Foto: NASA)Los astronautas acceden al lanzador (Foto: NASA)

El lanzamiento del Apolo-14 (Foto: NASA)Los motores de la primera fase del Saturn-V (Foto: NASA)

El motor J-2 de la tercera fase del Saturn-V (Foto: NASA)

(Escucha el lanzamiento de la misi�n Apolo-14)

(Contempla las dificultades del acoplamiento) (I)

(Contempla las dificultades del acoplamiento) (II)

    La llegada a la Luna ser�a mucho m�s tranquila. El tren espacial entr� en �rbita a unas 82 horas del despegue y maniobr� para ajustarla a las necesidades del Antares. Despu�s, Mitchell y Shepard se introdujeron en el m�dulo lunar y se separaron del Kitty Hawk, iniciando su vuelo independiente.

    El descenso y alunizaje se produjo con una precisi�n inusitada, a tan s�lo 53 metros del punto previsto, en la zona de Fra Mauro. Un aut�ntico �xito para los equipos (humanos y t�cnicos) dedicados a la astronavegaci�n.

El m�dulo lunar se aleja del Kitty Hawk (Foto: NASA)El pie en la Luna (Foto: NASA)

    La primera excursi�n no se har�a esperar. Los astronautas instalaron numeroso instrumental y situaron en posici�n de trabajo al sofisticado laboratorio ALSEP. Tampoco falt� la recolecci�n de gran cantidad de rocas y polvo para su an�lisis en la Tierra. Cuatro horas y media despu�s de abrir la escotilla, los dos hombres hab�an cumplido con el plan de la E.V.A. y estaban de vuelta en el interior de su nave.

    La segunda excursi�n estuvo dominada por los aspectos geol�gicos de la misi�n. Las caracter�sticas del terreno dificultaron que los astronautas supieran orientarse y determinar con exactitud d�nde hab�an aterrizado. Esto impidi� el examen de un cr�ter que ten�an previsto visitar, a pesar de que estuvieron muy cerca de �l. Cuando volvieron al Antares, tras cuatro horas y media de deambular de un lado a otro, hab�an acumulado 45 kilogramos de rocas.

La imagen que no puede faltar en el �lbum de la misi�n (Foto: NASA)El m�dulo Antares, sobre la Luna (Foto: NASA)

Uno de los astronautas consulta lo que debe hacer a continuaci�n (Foto: NASA)El equipo cient�fico permanecer� sobre la Luna (Foto: NASA)

    Antes de abandonar definitivamente la Luna, Shepard sorprendi� a los televidentes al utilizar una barra de un contenedor de muestras con la que golpe� una pelota de golf que se hab�a tra�do desde la Tierra.

    Mientras, en �rbita, Roosa hab�a elevado la posici�n del Apolo-14 y fotografiado zonas de gran inter�s para futuros vuelos, como la regi�n de Descartes.

Una rara imagen en la que aparecen los dos astronautas (Foto: NASA)El despegue perturba la tranquilidad lunar (Foto: NASA)

(Contempla el despegue desde la Luna)

Misi�n cumplida tras el amerizaje (Foto: NASA)El helic�ptero se lleva a los astronautas (Foto: NASA)

Luciendo simples m�scaras, los astronautas realizar�n una cuarentena menos estricta (Foto: NASA)

    El Antares despeg� el 6 de febrero, siguiendo una ruta de encuentro con el Kitty Hawk que emplear�a una nueva t�cnica de ascenso directo. La uni�n entre ambos se llev� a t�rmino con total normalidad. Tres horas despu�s del acoplamiento, el Antares era expulsado y el Kitty Hawk iniciaba la ruta de retorno a casa.

    Por fin, el 9 de febrero, el Apolo-14 amerizaba en el Pac�fico sur. Recogida por las fuerzas de rescate, la tripulaci�n fue enviada hacia el lugar donde permanecer�a en cuarentena durante 15 d�as, una pr�ctica que, por innecesaria ser�a abandonada m�s adelante.

EL N-1 SE RESISTE

    Las pruebas con el m�dulo lunar sovi�tico (T2K) tambi�n continuaban. El 26 de febrero de 1971, uno de ellos era lanzado con el nombre de Kosmos-398. El T2K n�mero 2, que alcanz� una �rbita baja de 189 por 252 kil�metros gracias a su cohete 11A511L, usar�a su motor de descenso para simular el alunizaje suave, y despu�s el de ascenso para hacer lo propio con el despegue. Los sucesivos encendidos modificaron su �rbita hasta que �sta pas� a ser de 200 por 10.905 kil�metros. Las maniobras reprodujeron tambi�n diversas situaciones de emergencia, aumentando la dificultad de los movimientos. Finalizado el experimento, el Kosmos-398 fue abandonado en su �rbita final.

Secci�n superior del m�dulo LK (Foto: Mark Wade)

El interior de la cabina del LK (Foto: Mark Wade)

El Bloque E del m�dulo lunar LK, con sus m�ltiples motores (Foto: Mark Wade)

Un cosmonauta trajeado se dispone a penetrar en el m�dulo LK (Foto: Mark Wade)Un cosmonauta practica la salida al exterior del LK (Foto: Mark Wade)

    En esos instantes, Yangel consideraba pr�cticamente operativo a todo el sistema LK. Sin embargo, �de qu� serv�a el m�dulo lunar si no era posible llevarlo hasta la Luna? Hab�a llegado sin duda el momento de realizar una nueva tentativa con el cohete N-1.

    Mishin, consciente de ello, no s�lo preparar�a el tercer ensayo del vector, sino que empezar�a asimismo a definir cu�ndo y de qu� manera se desarrollar�an las siguientes fases del programa de alunizaje tripulado.

    A corto plazo, y despu�s de los primeros vuelos con �xito del N-1, se esperaba enviar a un hombre hacia la superficie de nuestro sat�lite con el actual LK. Pero esto s�lo ser�a un sencilla muestra de lo que habr�a de venir. Si los sovi�ticos deseaban suceder y superar a los estadounidenses, tendr�an que poner a punto un sistema mejor y m�s avanzado.

    Para ello ser�a necesario un N-1 m�s potente, lo cual ser�a posible dot�ndolo de etapas superiores m�s eficientes, es decir, como las del Saturn-V, equipadas con propulsi�n criog�nica (hidr�geno y ox�geno l�quido).

Algunas de las versiones mejoradas propuestas para el N-1 y sus descendientes (N-1F, N-1M, N-1F S-r, N-1F Sr, N-1 MOK, Kistler) (Foto: Mark Wade)

    Una idea que no era precisamente nueva puesto que, en 1965, el propio Korolev la hab�a considerado ya. El 9 de noviembre de 1965, por ejemplo, present� un estudio en cuatro vol�menes que listaba las posibles nuevas variantes del N-1 a desarrollar. As�:

    -el N-1U ser�a el N-1 b�sico pero mejorado despu�s del alunizaje, sobre todo en el �rea de los motores (la urgencia de la misi�n no dejar�a tiempo suficiente para optimizarlo);

    -el N-1F, por su parte, ver�a sustituidos los motores de la primera fase por otros que pasar�an a tener un empuje de 150 a 175 toneladas, los de la segunda por unos que pasar�an de 150 a 200 toneladas, y los tanques de la segunda y tercera etapas por otros de mayor capacidad;

    -el N-1M, en cambio, tendr�a motores de 250 toneladas de empuje en la etapa inferior (con doble capacidad de propelentes), y motores de 280 toneladas en el segundo escal�n;

El N-1F (Foto: Mark Wade)Corte del N-1M (Foto: Mark Wade)

    -por �ltimo, el N-1UV-III ser�a un N-1U con una tercera etapa totalmente criog�nica, el N-1FV-III consistir�a en un N-1F con esta misma tercera etapa, y el N-1MV-III ser�a un N-1M con la citada fase criog�nica. Los tradicionales Bloque G y D ser�an innecesarios y por tanto desaparecer�an.

    Para cargas extremas, se consider� el N-1FV-II, III (la primera etapa del N-1F m�s dos etapas criog�nicas) y el N-1MV-II, III (la primera etapa del N-1M y las dos criog�nicas). En este �ltimo caso, la carga �til superar�a las 200 toneladas.

El N-1UV-III (Foto: Mark Wade)El N-1FV-III (Foto: Mark Wade)El N-1FV-II,III (Foto: Mark Wade)El N-1M V-III (Foto: Mark Wade)El N-1M V-II, III (Foto: Mark Wade)

    Con la muerte de Korolev, estos ambiciosos planes se mantuvieron s�lo de forma relativa. La famosa tercera etapa criog�nica (Bloque V-III) se convirti� en una verdadera pesadilla tecnol�gica (como bien sab�an los americanos, que trabajaron en algo as� desde mucho antes), as� que se decidi� usar provisionalmente otras dos m�s peque�as (Bloque S y Bloque R), pero s�lo en lugar de los habituales Bloque G y D. En cuanto a la segunda etapa criog�nica (Bloque V-II), tampoco avanz� demasiado. La adaptaci�n del motor convencional NK-15V para su uso con hidr�geno y ox�geno l�quidos top� con m�ltiples dificultades.

    Las etapas Bloque S y R avanzaron con la idea de estar listas al mismo tiempo que la nueva nave lunar L-3M (su mayor impulso espec�fico permitir�a la inclusi�n de una tripulaci�n de tres hombres, como en el Apolo, o de dos si su objetivo era la superficie selenita). La Bloque R estar�a equipada con un motor llamado RD-56 (basado en el 11D56 dise�ado para el lanzador Molniya-L), mientras que la Bloque S llevar�a un motor orientable RD-57 (11D57). La tercera etapa Bloque V-III, de construirse, llevar�a entre 3 y 6 motores fijos RD-54 (11D54).

    El desarrollo de esta familia de motores criog�nicos (RD-54, 56 y 57) progres� a buen ritmo a mediados de los Sesenta; de hecho las dos �ltimas versiones alcanzaron una fase tal que podr�a haber permitido su uso en el N-1, aunque nunca lo fueron debido a la cancelaci�n del programa.

El N-1F S-R (Foto: Mark Wade)El N-1F Sr (Foto: Mark Wade)

    Pero si la construcci�n de los motores criog�nicos era algo ya en marcha desde mediados de los a�os Sesenta, los repetidos fallos del N-1 obligaron a la mejora urgente de los que deber�an a�n utilizarse hasta la llegada de las nuevas versiones del cohete. Los cambios fueron numerosos, tanto que se impuso un cambio de denominaci�n. As�, los conocidos NK-15, NK-15V, NK-19 y NK-9V pasar�an a denominarse NK-33, NK-43, NK-39 y NK-31.

    Con ellos, el N-1 b�sico fue redenominado N-1F (nada que ver con el N-1F propuesto por Korolev en 1965). Incorporar�a estructuras m�s ligeras y otras mejoras que aumentaron su carga �til en �rbita baja hasta las 105 toneladas. Se redise�� tambi�n el sistema de control autom�tico KORD y se instal� un sistema integrado de extinci�n de incendios.

El motor NK-33 (Foto: Mark Wade)La etapa Sr (Foto: Mark Wade)

    La primera etapa mejorada del N-1F ser�a m�s adelante unida a las fases criog�nicas en desarrollo (configuraci�n: Bloque A/Bloque B/Bloque V/Bloque S/Bloque R) y para formar el cohete definitivo N-1M (Bloque A/Bloque V-III/Bloque S/Bloque R). As� se orden� en junio de 1970, aunque el 15 de mayo de 1971 se decidi� reemplazar las dos etapas Bloque S y R por una �nica llamada Bloque Sr, m�s grande y menos complicada. Por eso, s�lo se construyeron modelos din�micos a escala de un N-1M de cuatro etapas, para pruebas en t�neles de viento y en plataformas vibratorias.

    Debido a su versatilidad, la Bloque Sr podr�a ser aplicada al N-1F (Bloque A/Bloque B/Bloque V/Bloque Sr) o al N-1M (Bloque A/Bloque V-III/Bloque Sr).

Las dos versiones del m�dulo lunar L-3M (1970 y 1972) (Foto: Mark Wade)

    Precisamente, el N-1M ser�a el candidato ideal para lanzar la cosmonave lunar L-3M en 1978. Dos lanzamientos servir�an para la empresa, una digna sucesora del Apolo. En primer lugar, un N-1M colocar�a en trayectoria translunar a una etapa Bloque-R/RTB (GB-1), dise�ada exclusivamente para frenar el descenso de la L-3M. El GB-1 se colocar�a a s� mismo en �rbita lunar y esperar�a la llegada de su carga. Despu�s, otro N-1M enviar�a hacia la misma zona al L-3M con sus dos tripulantes (GB-2). Efectuado el acoplamiento, el RTB accionar�a sus motores para desacelerar las m�s de 20 toneladas del L-3M (incluyendo el m�dulo de aterrizaje y una c�psula de descenso Soyuz unida a �l, sirviendo como habit�culo para el viaje de ida y vuelta), que as� podr�a posarse suavemente. El material transportado permitir�a una estancia de hasta 16 d�as.

    El despegue desde la Luna implicar�a el abandono del tren de aterrizaje y el seguimiento de una trayectoria directa de retorno hacia la Tierra. Bastar�a con desacoplar la c�psula de descenso Soyuz del L-3M para que la tripulaci�n pudiese posarse normalmente en suelo patrio.

Corte interior de las dos versiones del m�dulo lunar L-3M (1970 y 1972) (Foto: Mark Wade)

    La disponibilidad del N-1F o del N-1M se har�a esperar varios a�os, as� que mientras tanto se ensayar�a el viejo N-1, al que se incorporar�an poco a poco las mejoras que caracterizar�an a su sucesor. Sin las urgencias de la carrera con los americanos, era posible planear un calendario de vuelos que incrementara progresivamente sus prestaciones.

    Hab�an pasado dos a�os desde el accidente de julio de 1969. Los ingenieros hab�an trabajado sin descanso, sin la presi�n de superar a un rival en una batalla que ya estaba perdida. Se hab�a reconstruido la rampa de lanzamiento y se hab�an aplicado las primeras modificaciones sobre el cohete. No todas, ya que se prefiri� no instalar todav�a los nuevos motores de las etapas inferiores que s� se usar�an en la versi�n N-1F.

    El nuevo N-1, con n�mero de serie 6L, fue instalado en la segunda de las rampas de Baikonur en mayo de 1971. A diferencia de sus predecesores, hab�a sido pintado completamente de blanco (para un mejor control de las temperaturas) y su base hab�a sido modificada para incrementar su rendimiento aerodin�mico. Para evitar lo sucedido durante la anterior misi�n, los conductos de los propelentes pose�an filtros y se moderniz� la refrigeraci�n de los motores para que su calentamiento no provocara el apagado autom�tico. Tambi�n se a�adieron algunos motores a reacci�n atmosf�ricos como los de los aviones (sin suministro interno de oxidante) para colaborar en el desplazamiento lateral que situar�a al cohete fuera de la vertical de la torre de lanzamiento lo antes posible.

El cohete N-1 es llevado a la rampa de despegue en posici�n horizontal (Foto: RKK Energia)El N-1 6L despega desde Baikonur (Foto: RKK Energia)

    El vector s�lo transportar�a sendas maquetas del m�dulo lunar y de la Soyuz LOK, ya que el objetivo principal de la misi�n era validar el cohete, no la carga �til (ni siquiera transportaba torreta de escape). Se pretend�a situar al complejo en �rbita alrededor de la Tierra, aunque todav�a hoy no se descarta que, despu�s, �ste hubiera sido dirigido hacia la Luna.

Aspecto exterior de la cosmonave LOK (Foto: Mark Wade)

Otro punto de vista exterior de la cosmonave LOK (Foto: Mark Wade)

    El despegue se produjo el 27 de junio de 1971, despu�s que un intento previo (cuatro d�as antes) tuviera que ser abandonado por la intensa lluvia. Durante los primeros segundos, todo se desarroll� seg�n lo previsto (incluyendo el r�pido alejamiento lateral respecto a la torre de lanzamiento, evitando afectarla durante un accidente), pero cuando el cohete alcanz� los 250 metros de altitud -unos 10 segundos despu�s de la ignici�n-, el sistema de guiado del veh�culo empez� a fallar. �ste se mostr� incapaz de controlar el excesivo movimiento de rotaci�n axial ocasionado por los motores atmosf�ricos, y en cuanto el cohete alcanz� el punto de m�xima presi�n aerodin�mica, empez� a inclinarse respecto a la vertical, ocasionando la rotura de las estructuras situadas entre la segunda y la tercera fase.

Uno de los paneles de control de la Soyuz LOK (Foto: Mark Wade)

Interior de la Soyuz LOK (Foto: Mark Wade)

    A unos 47 segundos del despegue, las etapas superiores y la maqueta del veh�culo lunar con su carenado se precipitaron hacia delante, arrancadas por la presi�n de las fuerzas aerodin�micas. Bajando a gran velocidad, los componentes superiores estallaron al chocar contra el suelo. La primera etapa del N-1, todav�a ligada a la segunda fase, continu� funcionando y ascendiendo sin control hasta que a los 50 segundos ambas fueron destruidas por la direcci�n de tierra. Caer�an a unos 20 kil�metros del lugar, produciendo un cr�ter de 30 metros de di�metro y 15 metros de profundidad. Despu�s del accidente, el sistema de guiado tuvo que ser redise�ado totalmente.

Esquema del panel de mandos principal de la Soyuz LOK (Foto: Mark Wade)

    A pesar de todo, y teniendo en cuenta que los motores de la primera fase hab�an funcionado bien hasta que el cohete debi� ser destruido, los ingenieros contemplaron con mayor optimismo la perspectiva de un pr�ximo ensayo. m�s